viernes, 14 de mayo de 2010

INFIDELIDAD




— ¿De verdad?
—Si, ya está.
—Los has pillado.
—In fraganti.
— ¿Cómo lo has conseguido?
—Contraté un detective privado, el mejor.
— ¿Tienes fotos?
—Ampliadas, en color, se ve todo.
— ¿Todo, todo?
—Con lujo de detalles, nena.
— ¿Qué horror, lo siento por ti
—¡Se ven tres veces a la semana, guarros!
—Tres veces, vaya, y¿ lo hacen?
—¡Lo hacen, cada vez que se ven, no lo soporto!
—¿Y cuanto tiempo se quedan?
—Una hora, más o menos, y parecen disfrutar tanto. ¡Me vuelo loca!
—Pero así delante todo el mundo, ¿no se esconden?
—Nada, todo el mundo está al corriente.
—Vaya, pues deberás pedir el divorcio
—Lo voy a machacar, lo voy a destruir, el muy guarro!
—Mira que engañarte, de verdad , que cabrón, y de esta manera
—Conmigo, lo hacía muy poco, y sin placer
—¿De verdad?
—Nunca. Nunca le gusto tomar café conmigo y ahora, el muy cerdo, se lo toma con otra.

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