martes, 29 de diciembre de 2009

UN BUEN ARGUMENTO




Erase una vez un pobre hombre que luchaba contra los argumentos de su mujer.
Por la mañana, argumentos, alegaciones y reproches, por la tarde, justificaciones, explicaciones y discursos, y por la noche teoría, exculpaciones y más argumentos.
El Hombre no podía más, no podía luchar contra tantos argumentos, estaba desesperado. Hasta que un día, ya muy cansado encontró un argumento, magnifico, bello, descomunal, invencible.
Pero su mujer, la muy perversa, le ganó con un contraargumento blindado.

2 comentarios:

  1. Si...

    asi son todas... snif...

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  2. Abismal,

    No llores, solo es cuestión de encontrar buenos argumentos!

    Un saludo,

    Irènex

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