domingo, 20 de septiembre de 2009

CENSURA



Erase una vez cuatro amigas, Acotación, Alegoría, Aliteración y Antítesis.
Se iban muy contentas a una fiesta de cumpleaños donde las esperaban cuatro chicos muy guapos: Alejandrino, Argumento, Arquetipo y Contrapunto.
Bebieron sopa de letras, bailaron al son de ritmos literarios cubanos y soñaron con premios Planeta.
Pero dentro de este marco escénico, llegó justo a medianoche el cuarteto temido de las madres furiosas.
Empezaron con un discurso lleno de entremés y gongorismos y se pasaron con el leitmotiv.
Las niñas no pudieron luchar contra tantas metáforas y repeticiones.
En medio de tal perspectivismo maternal, de retórica histérica, tuvieron que desistir y aceptar aquel desenlace dramático: fin del romance y a casa.

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