Ella hablaba sin cesar
De todo y de nada, sin parar
El callaba, boca cerrada
Esperando con paciencia
Ella se dio cuenta y calló
Entonces él, por fin
Pudo hablar con ella
Con sus dos silencios.
De todo y de nada, sin parar
El callaba, boca cerrada
Esperando con paciencia
Ella se dio cuenta y calló
Entonces él, por fin
Pudo hablar con ella
Con sus dos silencios.
Siempre fué una sentencia para mi esta frase:
ResponderEliminarTenemos dos oidos y una boca,
para así escuchar el doble de lo que hablamos....
Abrazosssss.....