Erase una vez un escritor que amaba a las mujeres.
Ellas eran su pasión y su inspiración
Con Nadia, el escritor evitaba la página en blanco
Pesadilla de todos los autores
Pero no llegaba a más, falta algo
Con Natalia, pudo escribir la historia
El escritor estaba encantado con dos mujeres
Su libro avanzaba, su estilo mejoraba
Pero el desenlace no llegaba, de ninguna manera
Con Sofía hubo por fin el final, el happy end
Pero se fue Nadia, y el detonante del libro
Se quedo Natalia, sin principio
El autor en ataque de pánico busco a Nadia
Se enfadó Sofía, cosa normal
Y le dejo sin final, final triste
Entonces el autor suplicó a Natalia
Que ya se había marchado, de tanta soledad
El escritor, solo y desolado, maldijo a las mujeres
Musas traidoras e infieles
Pero se quedó sin libro.
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