El portero
Cada vez que entro, está aquí, a todas horas, por la mañana, por la tarde, a veces hasta por la noche. Si hay una carta urgente para mí, me la da en persona, si espero un paquete postal, me lo guarda y me lo entrega en persona. Se ocupa de la escalera, de que brille la madera, si se apaga una bombilla, la luz vuelve gracias a él, si la calefacción deja de funcionar, la arregla y calienta nuestros corazones. Si llegas muy cargada de bolsas, se comporta como un caballero y te abre la puerta, si te ve triste, se preocupara de verdad por ti. Si el ascensor deja de funcionar y tienes que subir siete pisos andando, el día siguiente esta arreglado por arte de magia. Vela por nosotros, nos cuida y nos protege. No sé quién es, si un mago, si un druida, si un padre protector, si un abuelito tierno, pero es el portero de mi escalera. El portero de mi vida.
Irène
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