
El Sr. Valentin llevaba su tienda con mucho cariño.
Abría cada día a las 9 de la mañana y cerraba a las 9 de la noche.
Vendías ideas a la gente que carecía de ellas. Y tenía mucho éxito. Nadie tenía que pensar en nada, ni esforzarse ni rebuscar y buscar ideas. Lo hacía todo el Sr Valentín.
Una chica despreocupada necesita un regalo para su madre; el Sr Valentín encontraba el regalo ideal.
Un marido soso quiere sorprender a su esposa el día de sus 20 años de boda. Acude al Sr Valentín y todo solucionado.
Un banquero desesperado por la crisis necesita una idea para vender una hipoteca a su cliente? El Sr Valentín se la encuentra.
Una inmobiliaria al punto de quebrar le urge una idea para vender un bloque de pisos de alto standing invendible. El Sr Valentín es su hombre.
Un jefe de Estado inmoral busca una manera de que el pueblo desconfiado vote para él. El Sr Valentín está aquí. Una madre quiere ofrecer algo a su hijo que por fin terminó la carrera después de repetir 4 veces, al Sr Valentín. Un director creativo en plena crisis de los 50 necesita vender un coche después de hacer 55 spots sobre el mismo tema. Al Sr Valentín.
Un día, como cualquiera, vino a la tienda un escritor:
-Buenos días. ¿El Sr Valentín, es Ud?
-Si para servirle. ¿Qué puedo hacer por Ud?
-Estoy escribiendo mi primera novela y no tengo ideas. Lo intenté todo, pero no me sale ninguna. ¿Me puede echar una mano?
-No, lo siento.
-¿Cómo que no? Es Ud un vendedor de ideas, si o no?
-Si señor.
-¿Entonces, por qué no quiere vender me una idea?
-Solo las vendo a la gente sin cerebro le contestó el Sr Valentín, acompañándole a la puerta.
Abría cada día a las 9 de la mañana y cerraba a las 9 de la noche.
Vendías ideas a la gente que carecía de ellas. Y tenía mucho éxito. Nadie tenía que pensar en nada, ni esforzarse ni rebuscar y buscar ideas. Lo hacía todo el Sr Valentín.
Una chica despreocupada necesita un regalo para su madre; el Sr Valentín encontraba el regalo ideal.
Un marido soso quiere sorprender a su esposa el día de sus 20 años de boda. Acude al Sr Valentín y todo solucionado.
Un banquero desesperado por la crisis necesita una idea para vender una hipoteca a su cliente? El Sr Valentín se la encuentra.
Una inmobiliaria al punto de quebrar le urge una idea para vender un bloque de pisos de alto standing invendible. El Sr Valentín es su hombre.
Un jefe de Estado inmoral busca una manera de que el pueblo desconfiado vote para él. El Sr Valentín está aquí. Una madre quiere ofrecer algo a su hijo que por fin terminó la carrera después de repetir 4 veces, al Sr Valentín. Un director creativo en plena crisis de los 50 necesita vender un coche después de hacer 55 spots sobre el mismo tema. Al Sr Valentín.
Un día, como cualquiera, vino a la tienda un escritor:
-Buenos días. ¿El Sr Valentín, es Ud?
-Si para servirle. ¿Qué puedo hacer por Ud?
-Estoy escribiendo mi primera novela y no tengo ideas. Lo intenté todo, pero no me sale ninguna. ¿Me puede echar una mano?
-No, lo siento.
-¿Cómo que no? Es Ud un vendedor de ideas, si o no?
-Si señor.
-¿Entonces, por qué no quiere vender me una idea?
-Solo las vendo a la gente sin cerebro le contestó el Sr Valentín, acompañándole a la puerta.
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